Vaya por Dios, acabo de enterarme esta misma tarde de un asunto gordo: que mi hermano menor es una puta, aunque lo peor de todo es que ¡me siento orgulloso de ello!, ¡joder! No sé por qué no me enteré antes. Me dijo anoche mi amigo Alfredo López, que había estado follando el agujero del culo de mi hermano menor de manera habitual y frecuente durante todo este año. Me he quedado conmocionado.
No podía creerlo.
Lo que más me apena es que me enteré por boca de Alfredo, justo después de que él y yo habíamos acabado nuestra habitual mamada, todavía él tenía en su lengua parte de mi semen de la mamada que me había hecho y que aún no se había tragado del todo. Me lo dijo en caliente mientras le limpiaba con mi lengua los restos de mi semen que había en su barbilla y labios:
— Tu hermanito Lucrecio la mama que da gusto.