Kamasutra Gay II



Seguimos con las posturas del KAMASUTRA GAY. Esperamos que las anteriores ya las hayas practicado.


El MISIONERO

Esta es la postura más convencional. En ella, uno de los dos tíos se tumba sobre su espalda y el otro se coloca entre sus piernas para que se la meta. Tiene la ventaja de que los dos, al situarse cara a cara, pueden verse y besarse. Además, favorece una penetración más profunda, que será más intensa si el pasivo flexiona sus rodillas y las sube hasta sus hombros. Como inconvenientes hay que señalar que no es una postura muy cómoda en el caso de que el activo sea demasiado corpulento.



El PULPO

El pasivo se acuesta sobre su espalda, mientras que el activo se sitúa entre sus piernas, empotrándose sobre las caderas y el culo del pasivo, que descansan sobre sus muslos. La intensidad, fuerza y profundidad de la penetración depende de la forma en que el activo encaje sus propias caderas entre las del pasivo. El activo tiene libertad para acariciar el pecho, el torso o la polla del pasivo, y de la misma manera ambos se encuentran cara a cara. Entre los inconvenientes se encuentra la falta de libertad de movimientos del pasivo, que además mantiene una posición arqueada de la espalda, que apoya sólo en el cuello, por lo que se puede lesionar.




LOS DOS PILARES

En esta posición los dos tíos se encuentran de pie, de ahí el nombre. El activo se la mete al pasivo estando de pie detrás de él. El activo es quien marca enteramente el ritmo, intensidad y profundidad de la penetración, que el pasivo puede incrementar si se agacha aún más apoyándose en algo. El activo puede estimular con la mano el pecho, el torso y el rabo del activo. Al no verse cara a cara cabe mayor juego para la fantasía sexual, cada cual puede imaginarse teniendo la relación con quien se le antoje. Al ser la penetración muy intensa puede ser dolorosa para los inexpertos. Es conveniente que los dos tengan la misma estatura.


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