Evitar la eyaculación precoz



La eyaculación precoz es un problema que sufren muchísimos hombres. Se estima que un 30 % la han sufrido. La eyaculación precoz es lo que sufre un hombre cuando no puede evitar eyacular poco tiempo después de empezar la actividad sexual, generalmente tras excitarse un poco. Ahí van unos consejos para evitarla:

1 – A veces la eyaculación precoz puede deberse a problemas médicos. Tu novio puede correrse demasiado rápido por algún medicamento que está tomando para problemas como la depresión o la ansiedad. Ciertos fármacos aumentan la sensibilidad, como los relaciones con desajustes hormonales, problemas de tiroides, inflamación de la próstata y problemas en la uretra y zona genital, entre otros.

2 – La eyaculación precoz puede contribuir a que se agobie a la hora de tener sexo contigo y le cause ansiedad, pudiendo llegar a retorcerse la dinámica sexual entre vosotros y alcanzar un punto en el que crea que correrse tan pronto no importa, es su forma de decirte lo mucho que le pones. Explora su cuerpo y ayúdale a que él también lo haga. Prestad más atención a los preliminares para que todo vaya más despacio y se centre en otras partes de su cuerpo que no son su pene.

3 – La ansiedad suele ser la causante de la eyaculación precoz, así que es importante que le ayudes a relajarse y a controlar la respiración, lo cual contribuirá a reducir la estimulación que le lleva a eyacular a la mínima. Asegúrate de que reduce la tensión y de que su corazón deja de latir a mil por hora. Pídele que pare un momento para mantener el control de la situación.

4 – Un método clásico y que muchos gays practican por lo excitante que es: detenerte cuando estás a punto de correrte y luego seguir. No solo puedes hacerlo tú solo cuando te masturbas en solitario, podéis hacerlo en pareja. Ayúdale a descubrir cómo parar cuando está a punto de llegar el orgasmo. Después seguid y cuando llegue el orgasmo definitivo será mucho más placentero para los dos, y además extenderéis la duración de la relación sexual.

5 –Hablar con tu pareja es fundamental a la hora de afrontar cualquier problema, y la eyaculación precoz es uno más. Sed honestos y dejad a un lado la vergüenza y los prejuicios. Hazle saber lo mucho que te gusta y te excita, pero comparte tu preocupación por el asunto y tus propios problemas con la ansiedad o el sexo gay.

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