Ese par de bolas llamadas testículos



Una de las partes más sensibles de nuestra anatomía son los testículos. Te contamos algunas curiosidades sobre ese par de bolas que se esconden en una bolsa llamada escroto y que miden aproximadamente 4X3X2 centímetros.

Hipófisis: La función de los testículos está regulada por hormonas que se producen en la hipófisis del cerebro.

Epidídimo: Detrás de cada uno de ellos se encuentra el epidídimo que se encarga de recoger los espermatozoides.

Temperatura: La falta de simetría entre cada testículo se debe a una diferencia térmica entre el escroto izquierdo y derecho. Además, la temperatura ideal de éstos para la producción de espermas es dos grados centígrados menor que la del resto del cuerpo.

Sensibilidad: Nunca los aprietes o acaricies con la misma fuerza que lo haces con el pene.

Esperma: Los testículos producen 100 millones de espermas en cada eyaculación, y son los generadores de testosterona.

Eyaculación: Otra curiosidad sobre los testículos es que esta parte del aparato reproductor se eleva antes de la eyaculación, por lo que hace contacto directo con el cuerpo en el momento justo en que sale el semen.

Fragilidad: Los testículos no están protegidos por músculos ni huesos, están expuestos y son muy vulnerables. Si los aprietas muy fuerte, puedes desmayarte o si recibes un golpe puedes quedarte noqueado durante minutos.

Contracción: Los testículos se contraen cuando sienten una amenaza, y regresan a su posición original cuando se sienten seguros.

Dolor: Si tu pareja te dice que le duelen los testículos cuando no puede eyacular es porque el fluido que quiere salir puede causarle un dolor intenso si no encuentra la salida. Una buena forma de aliviarlo es con una buena ducha fría.

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