A continuación te contamos todo lo que tienes que saber sobre la práctica del “beso negro”, una deliciosa forma de experimentar la excitación al máximo.
Para comenzar libérate de todos los tabúes que tengas encima. Eso es lo primero.
El beso negro consiste en realizar sexo oral en la zona anal usando la boca y la lengua para estimular por completo el área. Puedes comenzar acariciando el culo y jugueteando por los alrededores. La masturbación es una excelente forma de dar inicio a este juego, puedes ser tú quien la dirija, comenzando por la polla de tu pareja, para luego ir con tu mano poco a poco hacia el ano. Una vez allí inicia la estimulación del ano frotando suavemente con tu dedo corazón en movimientos circulares.
Cuando estés listo para comenzar el beso negro, puedes ir directamente a la zona o hacerle sexo oral a tu pareja como habitualmente lo haces, para pasar suavemente con tu lengua a la zona del perineo y de allí al ano.
Usa tu lengua para masajear el área y tu boca para chupar y disfrutar de esta práctica, que resulta altamente excitante. Podemos asegurarte que el beso negro excitará a tu pareja como nunca antes. Siempre puedes alternar el beso negro con la masturbación, convirtiendo toda la experiencia en una explosión de sensaciones muy estimulantes.
Por tratarse de una práctica anal en la que nuestra boca está involucrada, la higiene es fundamental. Antes de practicar o recibir el sexo anal asegúrate de haber lavado muy bien la zona con jabón antibacterial. Al momento del lavado es oportuno introducir un poco nuestro dedo con jabón para limpiar la entrada del recto. Por otro lado, la depilación se agradece mucho, pues facilita en gran medida el disfrute de ambos. Es importante intentar mantener la zona libre de molestos pelos, o al menos cortarlos de vez en cuando para hacer más placentera la experiencia.
El beso negro, como cualquier otra practica de sexo oral, nos hace propensos al contagio de enfermedades de transmisión sexual. Por eso es importante proteger nuestra salud usando barreras bucales, que no son más que cuadrados de látex que se colocan en la zona anal para realizar la estimulación sin que la lengua entre en contacto con los fluidos de la otra persona.
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