Mostrando entradas con la etiqueta chacales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta chacales. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de julio de 2020

Mi fantasía con mi profe de natación

No hace mucho tiempo tomé unas clases de natación, siempre había tenido la inquietud de aprender, todo muy bien en las primeras clases que en un inicio tomaba por las mañanas, la instructora muy amable, los compañeros de clase (principalmente adultos) la mayoría mayores que yo (que por esas fechas recién había cumplido 30), también todos muy amables y la verdad un ambiente muy cordial y relajado.

Hasta que un día por razones de trabajo solicite a la administración un par de semanas de clase por las noches y fue ahí en donde lo vi por primera vez, era uno de los instructores, su compañera una chica se ve que estudiante universitaria aún y él, un joven con no menos de 28 y no más de 30 años de edad, alto yo diría poco más de 1.80 m de estatura obviamente más alto que yo pero considerando que mido 1.70 yo diría que él tenía la estatura perfecta, cara un poco alargada, cabello rizado quizás demasiado y por eso prefería usarlo muy corto, ojos cafés con una mirada reflejaba seguridad en sí mismo que es algo que me encanta de un hombre, esbelto no musculoso, pero evidentemente en muy buena

sábado, 18 de julio de 2020

La primera vez de mi amigo hetero/casado Rubén

Me llamo Manuel, tengo 28 años, me considero un gay discreto, mido 1.70, moreno claro, cuerpo atlético consecuencia de natación, buenas piernas y tengo que admitir que tengo unas nalgas respingadas, paraditas y redondas. Esto me pasó hace dos semanas, al gimnasio donde voy a entrenar también asiste un compañero del trabajo con el que me llevo bastante bien.

Rubén tiene 38 años, casado, alto, mide 1.80, moreno, actitud de macho, varonil, fuerte, cuerpo atlético, un cuerpo altamente trabajado en el gimnasio, unos brazos enormes, unos pectorales que de acero, unas piernas musculosas y unas nalgas muy bien trabajadas, paradas y redondas dignas de un macho como aquel. Su tés morena y esa sonrisa me derretían pero lo mejor era que al verlo en esa bermuda gris y sport oscura, su cuerpo sudado y ese miembro que se movía libremente bajo esa bermuda. Era una escena demasiado excitante el verlo hacer ejercicio. Era claro que Rubén notaba mis miradas morbosas porque en ciertas ocasiones solo volteaba a verme y me guiñaba el ojo.