No hace mucho tiempo tomé unas clases de natación, siempre había tenido la inquietud de aprender, todo muy bien en las primeras clases que en un inicio tomaba por las mañanas, la instructora muy amable, los compañeros de clase (principalmente adultos) la mayoría mayores que yo (que por esas fechas recién había cumplido 30), también todos muy amables y la verdad un ambiente muy cordial y relajado.
Hasta que un día por razones de trabajo solicite a la administración un par de semanas de clase por las noches y fue ahí en donde lo vi por primera vez, era uno de los instructores, su compañera una chica se ve que estudiante universitaria aún y él, un joven con no menos de 28 y no más de 30 años de edad, alto yo diría poco más de 1.80 m de estatura obviamente más alto que yo pero considerando que mido 1.70 yo diría que él tenía la estatura perfecta, cara un poco alargada, cabello rizado quizás demasiado y por eso prefería usarlo muy corto, ojos cafés con una mirada reflejaba seguridad en sí mismo que es algo que me encanta de un hombre, esbelto no musculoso, pero evidentemente en muy buena